- Debes empezar a correr de manera muy paulatina.
- Presta especial atención a tus zapatillas (el calzado inadecuado es uno de los motivos más frecuentes de lesión).
- Controla el terreno por donde entrenas: es preferible correr sobre tierra o hierba, ya que el asfalto es más agresivo para tus articulaciones.
- Calentar y estirar, antes y después de la carrera.
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