Si estás
embarazada y quieres empezar a practicar ejercicio físico, debes comenzar suavemente con alguna actividad que no suponga un gran
esfuerzo como andar, la gimnasia acuática o el método
Pilates. Además, es recomendable seguir estos consejos:
- Reduce el ritmo si notas que te falta oxígeno. No continúes sin haber descansado lo suficiente.
- Controla el ritmo cardiaco (no sobrepases los 120 pulsaciones por
minuto).
- Procura incrementar las calorías en forma proporcional al gasto físico que te suponga la práctica del deporte.
- Bebe suficiente agua durante el ejercicio y también después para mantener un buen grado de hidratación.
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