La actividad física y la práctica de ejercicio, son indispensables para que la columna vertebral adquiera su forma definitiva y con un efecto positivo para la prevención y tratamiento del dolor de espalda.
De hecho, el sedentarismo dificulta el desarrollo óseo normal de la columna vertebral, conlleva la pérdida de fuerza y resistencia muscular y hace que la espalda sea más vulnerable al exceso de carga.
Para evitar esto, es necesario conseguir que los niños disfruten con el deporte en lugar de preferir la hamburguesa frente a la 'Play Station' o delante de la televisión.