Cómo reducir la tensión arterial


La Tensión Arterial es la fuerza ejercida por la sangre sobre las paredes de las arterias.Esta fuerza se modifica constantemente a tenor del estado psicológico de la mente, el nivel de relajación, la dieta, temperatura, efectos fármacos y el nivel de actividades realizadas al momento de la medición. La una elevación de la presión dentro de las arterias es lo que produce la hipertensión arterial. A largo plazo, esta elevación puede producir accidentes cerebrovasculares, insuficiencias cardíacas, infartos o lesiones y daños en nuestros órganos.
La actividad física es una gran aliada a la hora de bajar los niveles de hipertensión, se recomienda realizar deportes que se realicen de forma diaria durante 30 a 60 minutos entre 3 a 5 veces por semana.
El ejercicio aeróbico, como correr o la natación, ayuda a disminuir las posibilidades de desarrollar accidentes cerebrovascualres, e infartos, aparte le brindan al paciente una sensación progresiva de estar más saludable y en mejor estado físico.
Prevenir la obesidad también ayuda al corazón a funcionar mucho mejor, reduciendo la frecuencia de latidos por minuto, mejorando las contracciones musculares de las arterias.
Reducir el estrés también puede ayudar a reducir la presión arterial. Los factores emocionales tienen un rol importante en la hipertensión. Podrían ser útiles técnicas de relajación u otras terapias para mejorar el manejo de situaciones de estrés.
El hábito de fumar acelera el pulso, aumenta la presión arterial y disminuye la capacidad de la sangre de transportar oxígeno, así como también daña las arterias favoreciendo la aterosclerosis.

Dolor en el antebrazo al entrenar

Casi todos los principiantes en el gimnasio que realizan ejercicios con pesas se quejan de dolor en el antebrazo. Esto es debido a que los músculos flexores están débiles y el principiante se olvida de que tales músculos no están acondicionados para manejar grandes pesos.

Es aconsejable realizar el curl Zottman con mancuernas, ejercicio que pone más énfasis en los músculos extensores y desarrolla la parte inferior de los bíceps.

De pie, sosteniendo una mancuerna en cada brazo y ambos estirados a lo largo del cuerpo. Se flexionan los brazos para elevar las dos mancuernas, de forma que las palmas de las manos miren al techo y una vez llegados a la contracción final, se giran las manos para que las palmas miren hacia abajo y así se vuelve al punto de partida.


Entreno con pesas pero mi crecimiento muscular se ha estancado, ¿por qué?

Toda persona que empiece a entrenar con pesas, comienza pronto a realizar progresos respecto al aumento de fuerzas y mayor tamaño muscular. Pero, poco a poco, este progreso se hace lento, llegándose a un momento en que prácticamente no se progresa, por haberse llegado al límite de la capacidad de recuperación.
Como era menor la fuerza muscular antes de iniciar los entrenamientos, y no quedaba agotado el sistema de recuperación, la fuerza muscular iba en aumento, pero al aumentar mucho dicha fuerza el sistema de recuperación no puede hacer frente a tal demanda y sobreviene el estancamiento.
La solución consiste en reducir el número de series, ya que de este modo el tonelaje total es menor y el cuerpo se recupera mejor. Para obtener progresos no hace falta aumentar la cantidad de ejercicio, aunque sí hace falta aumentar la intensidad del mismo.

¿De qué depende la fuerza muscular?


Se entiende por fuerza muscular la tensión máxima, expresada en kilogramos y gramos, que los músculos pueden desarrollar.

La fuerza muscular depende de muchos factores, así cuanto más hidrógeno tenga un músculo y cuanta mayor rapidez se efectúa la movilización de la energía química y su transformación en energía mecánica, tanto mayor será su fuerza de contracción muscular. Durante la máxima contracción del músculo, mayor es el esfuerzo muscular.

La fuerza muscular depende también de la frecuencia de los impulsos emitidos por los nervios.

El aumento de fuerza más espectacular suele conseguirse en el primer año de entrenamiento si te dedicas al culturismo.

Consejos a la hora de comprar una bicicleta de Spinning

En función de tu estatura, peso y sesiones de Spinning que vayas a realizar, deberás fijarte en unos aspectos más que en otros.
  • Elije una bicicleta Spinning con transmisión de cadena, hace un poco más de ruido, pero en cambio suele ser más duradera.
  • Procura que el manillar sea ajustable también en horizontal, y no sólo en altura.
  • Busca un sillín acolchado, y que realmente sea cómodo y que se pueda ajustar horizontalmente.
  • Los volantes de inercia muy pesados, no siempre son los más aconsejables. A partir de 13kg a 18kg suelen ser ya más que correctos para la mayoría de usuarios. Si practicas ciclismo habitualmente, quizás ya necesites una bicicleta Spinning con más volante de inercia.

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