Lo más importante es la organización. Si no tienes clase a primera hora de la mañana puedes despertarte un rato antes de lo habitual y salir a hacer deporte. Al principio, costará mares, pero después de unas semanas haciéndolo, verás cómo comienzas de forma distinta tu día y la energía que tendrás a lo largo de toda la jornada.
Si prefieres hacer deporte a lo largo del día, lo más importante es tener una agenda, donde apuntar las horas de clase, de estudio y de trabajos en grupo, las de descanso, las dedicadas a comer y descansar. Piensa lo que haces en las horas desocupadas del día. Puedes sacar el móvil con el manos libres y mientras haces haces ejercicio hablas con tu familia, pareja o amigos.
Si se tiene una rutina en la vida diaria estaría bien apuntarse a un gimnasio cercano a casa y ver en su tabla de actividades algún deporte que te guste y coincida con un hueco de tu ocupado día. De esta manera, inviertes dinero en el deporte, con lo cuál te motivarás mucho más. En caso de no se tenga una rutina muy definida, hay gimnasios que tienen actividades muy diversas a todas horas del día, con lo cual también se puede ir en cualquier momento. Otras actividad muy independientes que se ajustan a cualquier hora del día es salir a correr. El único inconveniente es que requiere mucha fuerza de voluntad y constancia.
Por otra parte, lo que siempre funciona es moverte por tu ciudad en bicicleta. Actualmente en la mayoría de ciudades hay muchos kilómentros de carril bici y anchas aceras por las que transitar.
Por otra parte, lo que siempre funciona es moverte por tu ciudad en bicicleta. Actualmente en la mayoría de ciudades hay muchos kilómentros de carril bici y anchas aceras por las que transitar.
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