Este principio hace referencia a la variación en los sistemas de entrenamiento que utilizaremos para, consiguiendo el mismo objetivo, evitar que el deportista pierda la motivación.
Es una medida de afrontar una cierta monotonía en la carga debido a su uniformidad y así ayudar a aumentar el rendimiento. Este principio conlleva que el preparador físico debe conocer otros sistemas de entrenamiento que sirvan para lo mismo, tiene que hacer sesiones nuevas y tiene que explicar los nuevos contenidos y ejercicios de las sesiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario